Monedas catalanas antiguas

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Las monedas catalanas antiguas nos ayudan a comprender por qué Cataluña contó con su propia moneda durante mucho tiempo razón por la cual podemos encontrar la historia de esta Comunidad Autónoma en ellas desde su mismo inicio, remontándonos incluso a la Antigua Grecia, pasando por el Imperio Romano, la invasión árabe y la etapa de la expansión mediterránea.

Muchas de estas monedas pueden valer solo 10 euros, mientras que otras pueden llegar a alcanzar un valor de 18.000 euros y hasta 30.000, muchas de estas son piezas realmente escasas y especiales.

Dracma griego de Roses

Esta es una de las monedas más antiguas conocidas de Hispania. Esta moneda nos lleva al siglo V antes de Cristo, época en la cual los íberos atestiguaron el desembarco de los griegos en Roses y Empúries y gracias a ellos descubrieron las monedas, las cuales habían sido inventadas hacía dos siglos.

Con el tiempo empezó el proceso de acuñación de dracmas de entre 4 y 5 gramos. Una de las más famosas y conocidas proviene de Rhode (Roses) y cuenta con la cabeza de una mujer grabada en una cara y en el reverso una rosa. Esta moneda tiene un valor de 4000 euros.

Los íberos también acuñaron sus propias dracmas, como la de Lleida, parecida a la de Rhode, solo que con la cabeza de Perséfone grabada en una cara y en el reverso un Pegaso Alado:

La dracma de Rhode se remonta al siglo III a.C., en la colonia griega de Rhode empezaron a acuñar dracmas de plata, contaba con el perfil de una mujer y la leyenda griega «Rodeton» en el anverso y una rosa en el reverso como alusión al nombre de la colonia. El perfil de la mujer tiene espigas en el peinado, pendientes con triple colgante y un collar.

Áureo de Tarragona

Los romanos introdujeron a Cataluña las monedas con bustos de emperadores, símbolos y obras públicas. Una de las monedas más destacas de este período fueron los áureos de Tarragona, esta moneda de oro equivalía a 25 denarios y pertenecía al tiempo de Vespasiano. Fueron de las primeras monedas romanas de oro acuñadas en la península. En subastas puede alcanzar un valor de 8.000 euros.

Monedas visigodas

Los visigodos adoptaron las monedas y leyes romanas, sin embargo, acuñaron sus propias piezas de oro con forma de trientes, monedas muy raras y únicas. Una de estas fue acuñada en Tarazona en tiempos de Recaredo I y puedes encontrarla por un valor de 5.000 euros.

Esta moneda se conoce como Tremis y fue acuñada durante el reinado de Recaredo I. en el anverso se encuentra un busto de frente y el grabado «Reccare vs Rex» en el reverso se encuentra el texto «Toleto pivs». Estaba elaborada en oro, con un grosor de 18 mm.

Monedas de las taifas islámicas

Las monedas islámicas fueron fabricadas en un inicio en las capitales del sur de la península, pero con la división de los reinos de taifas empezaron a ser acuñadas en Lleida, Mallorca, Denia y Zaragoza, estas monedas por lo general eran elaboradas en plata y hoy en día se consideran raras. Una de las más raras es el dírham de Xàtiva y su precio estimado es de 5.000 euros.

monedas de las taifas islámicas

Monedas carolingias

La llegada del imperio carolingio dio lugar a la creación de la Marca Hispánica. Las monedas de los tiempos de Carlomagno son muy raras, en especial los dineros de plata de Carlomagno acuñados en Barcelona y Girona, de los cuales solo se conocen tres ejemplares. El perteneciente a Girona, único en venta, tiene un valor de 8000 euros. Los otros dos ejemplares se mantienen en la Biblioteca Nacional de París y en el Museo del Hermitage de San Petersburgo.

Dineros de los condados

Con el tiempo los condes catalanes acuñaron sus propias monedas de plata y de aleación de plata y cobre (vellón). De estas monedas destacan las monedas episcopales de Vic del período histórico comprendido entre los siglos X y XII, entre las que podemos mencionar la de Berenguer Sunifred, que representa en el anverso los bustos de San Pedro y San Pablo enfrentados y sosteniendo una cruz junto a la leyenda S. PETRVS S. PAVLVS y en el reverso un colono con túnica corta y capa conduciendo dos bueyes con un bastón en la mano y la inscripción AUSONA, razón por la cual era conocida como dinero de los bueyes. El único ejemplar en venta se valora en 8000 euros.

Otras piezas a destacar son las del condado de Besalú, primero tenemos las acuñadas durante el gobierno de Guillermo I, primer conde en ordenar una acuñación para la zona. Esta moneda de 0,99 g de plata tiene en el anverso el busto de la Virgen de frente y la leyenda SANCTA MARIA y en el reverso una cruz con la leyenda SANCTA/CR-VX. En los espacios cuenta con la leyenda BI-SIL-DV-NO.

A esta moneda le siguió la acuñada por los dos hijos de Guillermo I, Guillermo II y Bernardo II, esta moneda de dos dineros posee un grabado del arcángel San Rafael en el anverso y en el reverso una mano con la leyenda BISIL / DVNO (Besalú en latín).

Otra moneda de los condados muy bien valorada es la del condado de Urgell, de Pedro Ansúrez, del cual se conserva un único ejemplar valorado en unos 6000 euros. En ella se pueden leer las leyendas + PETRVS COMES en el anverso y + VRGELLO Domin VS en el reverso.

Florines, cruzados y reales de oro coronados

Durante la etapa de la expansión mediterránea aparecen los florines de oro y los reales de plata, monedas que circularon por todos los reinos, incluyendo Cerdeña, Nápoles, Sicilia y Albania.

Las piezas de vellón más destacadas fueron el dinero de Murcia de Jaume II, el caragirat de Valencia, el coronado de Martí I l’Humà y los medios cruzados de Enrique de Castilla y Pedro de Portugal. Estas piezas pueden alcanzar un valor de hasta 10.000 euros.

Los florines de oro

Los florines de oro de Cataluña son de las monedas más demandadas por los numismáticos, llegando a recaudar varios millones de euros en sus subastas. De estas, vale destacar el florín de oro de Joan I, del siglo XIV con un valor estimado de 4000 euros.

También destaca el raro y quizás único florín de oro de Ferran I de Antequera valorado en 3000 euros.

También destacan monedas como el florín de Pere III y el real de oro de Mallorca de Pere de tres rosas.

Monedas municipales

A finales del siglo XIV los talleres de Barcelona y Zaragoza dejan de acuñar monedas pequeñas y legan esta labor a pequeños talleres municipales como los de Arbeca, Caldes de Montbui, Cubells, Balaguer, Eivissa, Solsona y Cardona que se dedicarían a acuñar monedas pequeñas para el pago de necesidades básicas, mientras que para transacciones comerciales y militares se utilizarían monedas de gran valor como el florín o el cruzado.

Entre las monedas municipales más destacadas tenemos la pellofa de Tarragona y la pugesa de Tàrrega.

Las piezas más valoradas

Las piezas más valoradas de Cataluña son las siguientes:

Moneda del año 1521, época del doble principado de Barcelona. Es una moneda muy rara que perteneció a los condes de Barcelona. Tiene un valor de 15.000 euros y puede alcanzar los 25.000.

Una cuádruple corona de Valencia, tiene un valor de 18.000 euros y puede llegar a alcanzar los 30.000.

Las últimas monedas catalanas

Debido a la Guerra dels Segadors, Cataluña organiza un sistema descentralizado dedicado a la fabricación de múltiples y a la emisión de plata. De esta época destacan algunas monedas de Barcelona, Vic, Mataró, Banyoles, Besalú, Cervera, Argentona y Girona.

Esta guerra involucró al Principado de Cataluña, España y Francia entre los años 1640-1652 y que vio su final con el Tratado de los Pirineos el año 1659 entre España y Francia. Este período histórico resulta de gran riqueza numismática para Cataluña pues una gran cantidad de poblaciones acuñaron sus propias monedas.

Estas monedas se mantienen hasta el final de la Guerra de Sucesión, momento en el cual Felipe V las anuló.

De esta época son muy valoradas una pieza de cuatro escudos mallorquines y los 10 reales de Cerdeña de Carlos II.

Acuñaciones durante la época napoleónica

Durante la época de Felipe V y años posteriores las emisiones monetarias de Cataluña son episódicas y se utiliza la moneda castellana, siendo la única excepción las emisiones de Barcelona de cuartos y pesetas durante la ocupación napoleónica, en estas monedas podemos ver el escudo de la ciudad en el reverso.

Posterior a esto, los reales de Fernando VII acuñados en la ceca ambulante de Reus, Tarragona, Lleida y Mallorca se hicieron populares:

Monedas de la Unión Catalanista

En el año 1900 la Unión Catalanista buscó resucitar sus monedas acuñando piezas de oro, plata y cobre que utilizaban sus simpatizantes. Son consideradas medallas modernistas, fueron dibujadas por Juli Vallmitjana y creadas en su taller. No tenían grabado su valor, pero por sus medidas y contenido en metal eran equiparables a las monedas españolas del momento.

Estas monedas tenían una imagen de Sant Jordi en el anverso y el escudo catalán en el reverso.

Monedas locales durante la Guerra Civil

Durante el período comprendido entre 1936 y 1939 los ayuntamientos catalanes se dedicaron a imprimir papel moneda y elaboraron además una moneda metálica. La Generalitat republicana emitió sus propios billetes y al final de la guerra algunos fueron rechazados y ni siquiera pudieron ser intercambiados por pesetas, esto marcó el final de la moneda catalana.

Algunas de las emisiones locales a destacar son:

Ametlla del Vallès

Arenys de Mar

Olot

Segarra de Gaià

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