Billetes numismática – Coleccionismo de Billetes

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Hablar de coleccionismo de billetes es aludir a la notafilia, que es el segmento de la numismática dedicado a estudiar, coleccionar, investigar y difundir todo lo concerniente al papel moneda, especialmente estampillas y billetes. En el idioma latín, nota significa billete, pero filia en el idioma griego quiere decir aficionado o amigo.

Con el coleccionismo de billetes podemos ir a muchos lugares del globo terráqueo, pero sin que salgamos de nuestra casa u oficina, ya que el coleccionista de billetes, puede conocer distintas culturas, naciones, sitios de interés público, junto a la flora, la fauna y los personajes históricos de otras latitudes. También, el coleccionismo de billetes es una forma para aprender sobre la geografía global, las artes, la historia, la política y los idiomas extranjeros. Por eso, muchos ven en el coleccionismo de billetes a un pasatiempo interesante disfrutan al máximo, ya que el dinero no solamente es un ícono de la riqueza y el poder de adquisición o fortaleza económica de un país, sino una evidencia de la reserva histórica de una sociedad.

Ahora bien, es necesario conocer lo que es un billete (que también se denomina como papel moneda), fabricado bien sea con papel o con materiales sintéticos y que en su contenido exhibe un valor de índole fiduciario. Viene siendo el sustituto a la moneda metálica que en cantidades altas, es incómoda de llevar en el bolsillo o en la mano.

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Pero si nos enfocamos en el término “papel moneda”, no solamente podemos referirnos al dinero de curso legal, sino a otros documentos que posean algún valor fiduciario con reconocimiento en la sociedad. Por ende, en España es considerado como tal al billete de banco, a las obligaciones al portador, al certificado tanto de plata como provisional, así como al vale real y cualquier otro documento semejante.

Pero dentro de la gama de papel moneda que podamos conocer, el billete de banco es el más célebre y el más usado, que por lo general es emitido por una autoridad estatal o un banco central a modo de moneda fiduciaria. En épocas pasadas, el billete se podía cambiar por monedas metálicas, sin perder su respaldo en metales de alto valor. Hoy en día, solo se usa como una moneda de curso legal, sin posibilidad alguna de cambiarlo por plata u oro. El billete en si es un papel que lleva impreso cualquier cantidad de marcas, diseños, firmas y otros elementos con los que se garantiza que es genuino y auténtico.

Clases de billetes bancarios

En el marco del coleccionismo de billetes, es posible encontrar diversos modelos de billetes de banco que representan a distintos tipos de instituciones estatales o que son producidos debido a distintas operaciones financieras de diversa índole.

Por eso, podemos hablar del billete bancario confirmado, que posee un valor confirmado por una institución estatal. Asimismo, tenemos a los certificados de cambio de divisas, como un sinónimo de un billete de banco que se puede canjear por otra divisa, al igual que los certificados provisionales de monedas divisionarias existentes en situaciones de deficiencia de moneda fraccionaria, por lo que otras entidades que no formen parte del Banco Nacional o Central, tienen la potestad de emitir billetes bancarios con la finalidad de subsanar este inconveniente Y por último, están los vales y bonos que eran pagados al portador.

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Clasificación de billetes según su grado de conservación

Cualquier persona que practique el coleccionismo de billetes, debe conocer que se pueden clasificar los billetes de acuerdo a un conjunto de grados que están dentro de una escala creada por la Sociedad Internacional de Papel Moneda, clasificación que ha variado un poco con el paso del tiempo ya que en la actualidad es más amplia. Entre los grados que tiene esta escala tenemos:

Sin circular (UNC): Relacionada con los billetes de banco que son brillantes y no tienen daños por haber sido manipulados, ya sean arrugas, pliegues, esquinas maltratadas, tintes o cortes.

Casi sin circular (AU): Billete bancario que presenta un aspecto brillante, pero que presenta algunos daños leves por efecto de su manipulación, como puede ser algún pliegue.

Extremadamente fino (XF o EF): Billete emitido por un banco que pueda tener de uno a tres pliegues y un desgaste leve en sus esquinas, cuyo papel sigue teniendo un aspecto brillante.

Muy fina (VF): Un billete en este grado aún puede presentar un aspecto atractivo, a pesar de tener algunas manchas o un nivel leve de suciedad, junto a algunos pliegues verticales u horizontales. El papel puede tener algo de brillo, aunque con un desgaste en sus esquinas y bordes.

Fino (F): Se trata de un billete con un desgaste de cierta importancia, porque la textura del papel es más suave, amén que puede tener varios pliegues, agujeros pequeños y desgarros de corta longitud.

Muy bueno (VG): Su papel puede ser blando, tener algunas manchas e incluso algo de decoloración. A pesar de todo, su aspecto aun es presentable.

Bueno (G): El papel del billete presenta un alto nivel de desgaste y puede presentar ausencia de piezas o secciones y contener algún texto escrito a modo de graffiti.

Descolorido (FA): En este grado, el billete puede estar roto porque le faltan piezas grandes y su papel puede estar sumamente desgastado.

Pobre (P): El billete tiene un daño muy fuerte o severo, ya sea por estar roto, manchado, con un papel desgastado y tener agujeros. También, puede tener partes unidas con cinta adhesiva.

Formas de coleccionismo de billetes

Existen distintas formas de hacer coleccionismo de billetes, lo cual tomará en cuenta el coleccionista de acuerdo a sus intereses o al tipo de colección de billetes que desea tener de acuerdo a factores como:

Temas: Hoy en día, los billetes muestran aluden con su contenido a cualquier temática relacionada con personajes históricos e importantes de una nación, ya sean políticos, científicos, artistas, poetas escritores, así como su fauna (peces, pájaros, animales), su flora (plantas, árboles, flores), edificaciones, planetas, embarcaciones, paisajes de la naturaleza, plazas, entre otros.

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Contexto histórico: Se puede hacer el coleccionismo de billetes partiendo de un momento de la historia, como bien puede ser luego de la Guerra Civil Española, antes de la Primera Guerra Mundial, o en la época de la Segunda Guerra Mundial, entre otras cosas..

Lugar: Una persona que quiera iniciarse en el coleccionismo del billetes, puede hacerlo tomando en cuenta el país donde vive (o cualquier otra nación), o el continente en el que se encuentra e incluso, coleccionar los billetes de un bloques de naciones agrupadas por ejemplo, en la OTAN.

Otros factores para hacer coleccionismo de billetes, pueden ser el periodo de tiempo, características físicas (que incluyan o no marcas de agua, cintas de seguridad, hologramas, tinta ópticamente variable, impresión en intaglio), material usado para su fabricación, firmas, números de serie, por el gobierno o empresa encargado de su impresión, tamaño, grado o condición, entre otros.

Numismática y billetes de España

En la actualidad, hay una gran afición por la numismática con los billetes españoles, puesto que nuestro país tiene una historia muy extensa en lo que al papel moneda se refiere. Por ende, para cualquier persona que le interese el coleccionismo de billetes, hay una gran variedad de alternativas de índole histórica para establecer una colección de este tipo, porque se han producido históricamente en España desde hace más de 200 años, lo cual es algo que se debe tener presente.

A pesar que para el año 1656, el Banco de Estocolmo ya producía papel moneda, en nuestra nación aparecieron los primeros billetes en el siglo XVIII cuando fue creado el Banco Nacional de San Carlos (antecesor directo del Banco de España), siendo evidencia de esto que sus primeros billetes tenían la fecha del 1° de Marzo de 1783.

En un principio, estas piezas tenían un aspecto monocromo, lo cual comenzó a cambiar a partir de la segunda mitad del siglo XIX, cuando se pueden conseguir pagarés o billetes de otros colores y con mejores medidas de seguridad, buscando evitar que sean falsificados. Para el 1° de Mayo de 1856, se dieron a conocer los primeros billetes que se imprimieron en varios colores, lo que obedeció a la implementación de medidas de seguridad para impedir la falsificación de estas piezas que por cierto, fueron fabricadas en Londres.

Ya en 1868, el Banco de España contaba con sus talleres para fabricar billetes y las piezas que fabricaban, pese a que tenían grabados de buena calidad, estas instalaciones no poseían los medios técnicos necesarios para que el producto tuviera las medidas de seguridad suficientes y también, no se daban abasto para responder a la demanda de la circulación a escala nacional, emanada del decreto promulgado en 1874, debiendo coordinar la producción de los billetes con otras empresas, trabajo que prolongaron con muchas dificultades hasta el año 1925.

Incluso, la casa londinense «Bradbury Wilkinson and Company» suministró billetes a España entre los años 1906 a 1936, cuyos productos tuvieron un alto nivel de perfección técnica. Posteriormente, la Guerra Civil Española genera problemas para abastecer a la sociedad de medios de pago, porque el bando republicano tomaba los billetes que estaban en las cajas madrileñas, mientras que el grupo nacionalista prefirió importar papel moneda de Italia y Alemania.

Pero las imprentas nacionales se enfocaron en fabricar los billetes divisionarios, debido a que no se disponía de las monedas metálicas por la guerra civil, inconveniente acentuado por la Segunda Guerra Mundial y que se extendió hasta el año 1955, cuando el Banco de España pudo acuñar una buena cantidad de monedas con valor de una (1) peseta, para poder solventar las necesidades del momento, sucediendo algo similar con la moneda de cinco (5) pesetas en 1959. Incluso, el Banco de España emitió billetes de una (1) y cinco (5) pesetas con características similares a los de otras emisiones, solo que agregó al texto la leyenda “de curso legal”.

Pero estos billetes tuvieron una calidad que no fue la mejor. Después de esta confrontación bélica (guerra civil), debido al decreto del 24 de junio de 1941, la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre es la empresa que se ha encargado de fabricar el papel moneda en España, actividad que realiza en la actualidad con los billetes del euro, moneda de la Unión Europea que es parte de la numismática y billetes de España.

Numismática y billetes del mundo

Hacer numismática con billetes extranjeros es muy interesante porque las alternativas para hacer una colección son infinitas. Por ende, el coleccionista puede enfocarse en el papel moneda de un país en específico, de un continente, o aquellas piezas que por algún motivo marcaron historia, como los que se usaron en China hacia el final del primer milenio, que eran emitidos por familias de gran prominencia, quienes eran garantes de su valor, así como los del Banco de Estocolmo en el siglo XVII, o los de la Hacienda de Turín que en 1746, fueron los primeros billetes que existieron en Italia.

Entonces, el coleccionista podrá tomar la decisión que mejor le parezca, al momento que decida hacer numismática con billetes extranjeros, aunque todo dependerá de la forma en que desee consolidar su colección.

Valor de billetes antiguos

El valor de billetes antiguos, es algo que puede depender de muchos factores. No es lo mismo un billete de emisión reciente, que otro producido hace algún tiempo, porque en este último caso se trataría de una pieza extremadamente difícil de conseguir. Aparte de esto, el estado de conservación del papel moneda es preponderante para determinar el valor de los billetes de colección, porque no es igual un billete en buen estado a otro que esté deteriorado.

Pero los billetes bancarios que contengan un gran significado a nivel histórico y que se consideren muy raros, son los que en el mercado tienen un precio muy alto. Por ejemplo, un billete perteneciente al dólar estadounidense que por error tenga una doble denominación o un doble valor fiduciario, por lo que por un lado muestre un valor de 10 dólares y por el otro, exhiba un valor de 20 dólares, puede conseguirse en el mercado hasta por 35.000 dólares, ya que es una pieza sumamente complicada de conseguir.

¿Cómo saber si un billete antiguo tiene valor?

Básicamente, se debe constatar que el papel moneda es original y no una falsificación o imitación. Eso es algo que investigan las casas de subastas (tanto físicas como en Internet) que se dedican a ofertar este tipo de piezas monetarias al mejor postor y quien ofrezca más dinero se lleva el billete subastado. Y por supuesto, que a mayor antigüedad y escasez de la pieza, su valor es mucho más alto.

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