BILLETE DE 1000 PESETAS

billete español de 1000 pesetas

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El billete de 1000 pesetas, fue emitido desde que la peseta se convirtió en la moneda de curso legal en España. Cabe destacar que con el decreto ley que se promulgó el 19 de marzo de 1874, el Banco de España era la única institución para emitir billetes en toda la nación y para el año 1884, tenía en servicio a 47 oficinas con las que se garantizaba la circulación de la Peseta en todo el territorio español. No obstante, como la demanda de billetes para ser usados en todo tipo de transacciones cada día era mayor, el consejo de esta organización financiera decidió recurrir a más proveedores.

Por eso, desde 1876 el Banco de España trabajó con varias empresas y con sus propios talleres para fabricar billetes y en 1884, culmina sus vínculos con un proveedor americano e invierte en nuevos medios para imprimir billetes, aunque estos no llegan a ser perfectos porque no tienen las condiciones mínimas de seguridad. Y fue hasta 1906, cuando la empresa londinense «Bradbury Wilkinson and Company», fue el único proveedor de papel moneda para el Banco de España, cuyos productos tenían altas cualidades técnicas, aparte que tenían la capacidad suficiente para producir una alta cantidad de este tipo de piezas.

El primer billete de 1000 pesetas se emitió en 1874

El primer billete de 1000 pesetas fue emitido en 1874, y se caracterizó por tener un tamaño de 187 mm de largo y 118 mm de ancho. Posteriormente, se hizo otra emisión en 1875, con un tamaño de 190 mm de largo y 130 mm de ancho. Mientras que en 1876, se sacó otra versión del billete de 1000 pesetas, con dimensiones de 180 mm de largo por 108 mm de ancho, destacándose que en su sección inferior izquierda, estaba una imagen del poeta y dramaturgo Lope de Vega.

Estas tres versiones iniciales son muy parecidas en lo que a sus dimensiones respecta, aparte que sus cualidades técnicas para evitar falsificaciones son bajas. Asimismo, todas estas piezas tenían en su anverso, la leyenda “Banco de España”.

Lo que si es cierto es que en esa época, estos billetes de 1000 pesetas suponían bastante dinero, motivo por el que quien los tenía trataba de obtener el valor en plata u oro que estas piezas de papel moneda ostentaban. De hecho, para aquel entonces era posible adquirir 10 onzas de oro con 1000 pesetas y en la actualidad, una onza de oro cuesta casi 1600 euros, por lo que se podría decir que estas 1000 pesetas representarían 16000 euros en la actualidad.

También, era posible comprar en aquel entonces unas 500 entradas para acudir a una corrida de toros con uno de estos billetes de 1000 pesetas, partiendo del hecho que cada boleto tenía un costo de 2 pesetas. Además, el promedio del sueldo de un trabajador en Madrid, se ubicaba a fines del siglo XIX en 2,5 pesetas al día y en el País Vasco, se situaba en 3 pesetas por jornada laboral diaria. Esto implica que 1000 pesetas significaban aproximadamente 400 días de trabajo de un empleado madrileño y por ende, era lo que muchas personas pudieron haber ahorrado durante toda una vida, ya que vivían en una situación económica precaria.

El billete de 1000 pesetas con la imagen de José Zorrilla que no circuló

El billete de 1000 pesetas que exhibe la imagen del escritor José Zorrilla, es muy recordado por ser de los primeros que se emitieron a partir la proclamación de la II República en abril de 1931. Esto obedeció a que los billetes de la generación anterior ostentaban imágenes de monarcas. Por eso, el Banco de España solicitó el servicio de litografía y calcografía a la empresa inglesa Bradbury, Wilkinson and Company, para producir nuevos billetes que en su contenido mostraran imágenes de personalidades con arraigo en la sociedad española.

La fecha de emisión de esta generación de papel moneda fue el 25 de abril de 1931 y en el anverso del billete de 1000 pesetas, se encontraba el busto de José Zorrilla, mientras que en el reverso, se podía ver el cuadro de Antonio María Esquivel “Los Poetas Contemporáneos. Una lectura de Zorrilla en el taller del pintor”. Además, tenía una marca de agua que consistía en la cabeza del dios Apolo.

De estos billetes se produjeron dos millones de piezas y sus dimensiones fueron de 162 mm de largo x 101 mm de ancho. Sin embargo, estos billetes de 1000 pesetas jamás entraron en circulación, porque más bien sirvió para que quedaran depositados en la sucursal que el Banco de España tenía en Barcelona, quedando estos como garantía de los billetes de 100 pesetas que se emitieron para el 15 de agosto de 1938, pero que tampoco circularon. Incluso, al final de la Guerra Civil fue ordenada su destrucción.

Es bueno saber que José Zorrilla fue aparte de poeta, dramaturgo durante el siglo XIX, al que le corresponde la autoría de “Don Juan Tenorio”, entre otras obras. Estudió leyes en las universidades de Valladolid y Toledo, aunque la literatura era lo que realmente le cautivaba. Se dio a conocer luego de recitar un poema en el entierro de Mariano José de Larrra, momento en el que estuvieron presentes otros literatos como Juan Eugenio Hartzenbusch y José de Espronceda, lo que le proporcionó el prestigio necesario para escapar de la pobreza, logrando trabajar como escritor para periódicos.

El retrato de José Zorrilla que aparece en este billete de 1000 pesetas, fue pintado por Antonio María Esquivel, quien en 1806 nació en Sevilla y que se desempeñó como un retratista muy famoso y creador de temas románticos, con un estilo caracterizado por equilibrar las calidades cromáticas con un dibujo correcto. Asimismo, se dedicó a la pintura mitológica y costumbrista, amén que se interesó por estudiar a la anatomía de los seres humanos.

Es bueno saber que para 1839, una enfermedad le produjo una ceguera, razón por la que intentó suicidarse, pero sus amigos artistas y poetas lo ayudaron al costearle el tratamiento que un oftalmólogo le realizó, con el que recuperó la vista. Por eso, en 1840 pintó el cuadro que está en el reverso de este billete de 1000 pesetas, con el que retrató a lo más destacado del movimiento artístico para el reinado de Isabel II y que también es denominado como “Los Poetas” o “Zorrilla leyendo sus poemas en el estudio del pintor”, el cual Esquivel lo pintó en 1846 en óleo sobre lienzo, con dimensiones de 144 x 217 cm, pudiendo distinguirse las figuras de estos personajes y las obras que están colgadas en el taller de este pintor.

El billete de 1000 pesetas de 1940 que tampoco tuvo circulación

Debido a que España quedó dividida durante la Guerra Civil en dos zonas (republicanos y nacionales), a pesar que el Banco de España deseaba seguir con el contrato que establecieron con la empresa británica Bradbury & Wilkinson, los nacionales hicieron caso omiso de esto y pactaron con compañías alemanas e italianas. Debido a este conjunto de decisiones disímiles, la oficina de asuntos jurídicos de esta compañía inglesa consideró no hacer entrega del papel moneda encargado buscando evitar cualquier tipo de sanción.

Por ende, el Banco de España que tenía su sede en Burgos, contactó a la empresa Giesecke & Devrient, con los que casualmente ya se había comunicado con anterioridad, concretando la emisión de nuevos billetes de 25, 50, 100, 500 y hasta 1000 pesetas, con fecha 21 de noviembre de 1936. Esta generación de papel moneda, no tenían la firma del cajero, contaban con su marca de agua y exhibían tiras dotadas de la inscripción Banco de España.

Con la finalización de la guerra, el gobierno de Francisco Franco decidió promulgar la “Ley de 20 de enero de 1939”, cuyo propósito fue sacar del curso legal a las monedas de plata y se amenazó con sanción a quienes se negaran a entregarlas. Además, fue aprobada hacia finales de ese año la “Ley de Desbloqueo”, con la que fue prohibida la circulación de todo tipo de moneda con procedencia republicana, lo que trajo como consecuencia una escasez de monedas en los años posteriores a este conflicto bélico. Por eso, en 1940 fueron fabricados billetes en Barcelona, Leipzig y Madrid, con un tiraje elevado para que su puesta en circulación fuera rápida.

También, el Banco de España pidió la emisión de nuevos billetes a la corporación alemana Giesecke & Devrient, que a su vez mandó las pruebas de índole artístico hechas en cartón de varios tipos de piezas de papel moneda, entre las que destaca la de 1000 pesetas, buscando que se le diera el visto bueno, cosa que no ocurrió ya que el gobierno encabezado por Franco decidió no adoptarlos.

Este billete de 1000 pesetas que no se puso en circulación en 1940, muestra en su anverso una cenefa que muestra el nombre del Banco de España y en cada una de sus esquinas aparece el valor del billete. En su sección izquierda, está la cantidad en números y letras, así como la fecha del 15 de julio de 1940, que fue cuando se pidieron estos billetes, lo que se acompaña de la firma tanto del gobernador, como del interventor y del cajero.

En la sección derecha de este billete de 1000 pesetas, está el retrato de Juan Francisco de Pimentel, que fue pintado por Diego Velázquez Pimentel fue el 7° duque de Benavente y tuvo cargos relevantes en el reinado de Felipe IV, desempeñándose como capitán general de las fronteras en la sublevación de Portugal ocurrida en 1641 y presidente del Consejo de Italia, aparte que formó parte de la jornada de Aragón que se opuso al alzamiento de Cataluña.

Ahora bien, este retrato de Juan Francisco de Pimentel, consiste en un óleo sobre lienzo con dimensiones de 109 x 88 cm, que nos muestra al duque de Benavente luciendo una armadura damasquinada, que perteneció a la colección de Felipe II y que fue fabricada por Desiderius Helmschmid. Un aspecto destacable de esta obra, es que la banda carmesí que cruza el pecho de Pimentel, indica que ostentaba el cargo de general dentro del ejército real.

Mientras que la mano izquierda está apoyada encima de la empuñadura de su espada, la derecha lo está haciendo por encima de la celada, que está sobre una mesa en la que se encuentra una bengala, ícono que indica la posesión de Mando Supremo de los Ejércitos. Por último, en este retrato Pimentel tiene el Toisón de Oro colgando de su cuello, que la Corona le entregó por sus servicios.

En el reverso de este billete queda expuesta la “Rendición de Juliers” cuyo autor es el pintor Jusepe Leonardo, quien en 1634 fue convocado para que tomara parte en la decoración del Salón de Reinos que estaba dirigido por Velázquez, pintando ahí la “Rendición de Juliers”, que muestra el momento en que la ciudad de Juliers queda rendida al general Ambrosio Spinola, en los años iniciales de la Guerra de los Treinta Años, conflicto bélico ocurrido entre 1618 y 1648. Lo que representó el pintor en este momento es un acto en el que se demuestra sumisión, sin honores o banderas desplegadas, destacando en un primer plano a este general del ejército español, montando a caballo y recibiendo de manos del gobernante holandés las llaves de la ciudad, quien por cierto permanece de rodillas ante Spinola.

Además, se observa en esta pintura a una representación española con mayor número de personas que la holandesa, viéndose de fondo a la ciudad que es abandonada por las tropas de los protestantes.

Las dos versiones del billete de 1000 pesetas de 1992

El billete de 1000 pesetas que entró en circulación exhibiendo la imagen del conquistador Hernán Cortés, tuvo una particularidad y es que básicamente existieron dos versiones del mismo porque fueron impresos con dos planchas que tenían pequeñas diferencias, resultando la segunda plancha el regrabado de la primera. Por eso, este billete de 1000 pesetas tiene un modelo de párpado claro o tipo I y otro de párpado oscuro o tipo II.

Las diferencias entre ambos se ven realmente en el anverso, dado que el billete del tipo I tiene el párpado izquierdo sin sombrear, mientras que la sección ubicada por debajo de la gota está rayada y el triángulo de la letra “A” en la palabra “PESETAS” se mantiene sombreado. En cuanto al billete de tipo II, el párpado izquierdo está sombreado y la sección de la zona bajo la gota queda rayada en una cuadrícula y el triángulo que forma la letra “A” sombreado de manera parcial.

En cuanto al reverso, el billete de tipo 1 tiene al interior del último cero de la cifra “1000”, algunos meridianos y paralelos, aparte que el triángulo de la letra “A” en la palabra “PESETAS” está sombreado en su totalidad, teniendo su derecho con menor longitud que el izquierdo. En el modelo de tipo II; la parte inferior del último cero de la cifra “1000” está totalmente en blanco, sucediendo lo mismo con el triángulo de la letra “A”, que por cierto tiene sus dos trazos de igual longitud.

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